Hablaba el otro día con algunas madres y padres sobre el controvertido tema de los deberes escolares para casa. Siempre ha existido el debate de si es necesario enviar tarea al alumnado de primaria, y es cierto que de un tiempo a esta parte son muchas las voces que se han situado en contra de que los docentes realicen esa práctica. Maestras, familias y, por supuesto, niñas y niños, dan sus razones por las que creen que cinco horas diarias de clase deberían ser suficientes, por lo general, para aprender y hacer las actividades. Hoy en día los niños están sobrecargados. Miren, de nueve a dos las clases (si tienen aula matinal y comedor se plantan en siete horas o más en la escuela), luego clases particulares o actividades extraescolares. ¿Cuándo desconectan esos críos? Están saturados con tantas cosas y carecen de tiempo para su esparcimiento. Toda esa presión tiene sus efectos secundarios a nivel emocional, social y, evidentemente, motivacional. Cada familia es un mundo y tiene sus c
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