35 soles de verano, por Ana Santamaría

Hoy es un día feliz, muy feliz. Hoy cumplo 35 años. ¡Muchas felicidades para mí!

A las 14:10 del 9 de julio de 1985 asomaba esta cabecita llena de pelo saludando a la vida. 

35 veranos en mi espalda llevo ya, que se dice pronto. Y cada vez me acerco más rápido y de manera inexorable a los 40, teniendo que pasar de una adorable treintañera a una mujer cuarentona, pero ¿sabéis qué? Que bienvenidos sean los 40, 50 y todos a los que pueda llegar. Que la vida es muy bonita y hay que disfrutarla en todo su esplendor. Que hoy estamos vivos pero mañana no sabemos lo que nos deparará el destino.

Casi todos mis cumpleaños los recuerdo con mucho cariño, aunque algunos han sido más memorables que otros. Y como están ligados al verano y al pueblo, los recuerdos son aún mayores.

Toda la familia, con mis mil primos bailando sevillanas, abriendo regalos y comiendo.

Con la sabiduría que te da la "vejez", creo que todos terminamos teniendo unas fechas claves en la vida; los 15-16, donde te crees súper mayor y te parece que te vas a comer el mundo ahora que eres un adolescente pleno. Los 18, donde ahora sí eres realmente mayor de edad y lo sabes, y los coges con todos sus derechos pero no sus obligaciones. Los 20, donde has cambiado de década y estás en plena vida universitaria o trabajando, y te ves con ganas de juega y dinero. Luego llegan los temidos 30, cuando empiezas a replantearte qué estás haciendo con tu vida, a dónde vas a llegar y vas mirando si las metas que te habías puesto hace unos años, las vas a logrando o hay que hacer un cambio radical de planes. 

A partir de aquí no puedo hablar, y me encantaría que los que tenéis más edad continuaseis relatando cómo ha sido el ir cumpliendo años. 

Si me tengo que quedar con un año de mi vida, con un cumpleaños, sería sin lugar a dudas el de los 30. Que fue a la vez un chasco y la mayor alegría de mi vida.

Yo siempre he sido de planificarme mucho la vida, y con 26 años, yo sabía cómo iba a ser mi fiesta de los 30. ¡Una señora fiesta! Iba a alquilar un bar en Madrid, e iba a invitar a todas las personas que de una forma u otra habían formado parte de mi vida, compañeros del colegio, de universidad, de las becas y trabajos... El cumpleaños de la Paris Hilton se iba a quedar pequeño comparado con el mío.

El destino quiso que con 28 me viniese a vivir al pueblo, así que tocaba cambio de planes. No pasa nada, alquilo una casa rural un fin de semana e invito a la familia, a los amigos, que vengan amigas de Madrid, pero ya se reduce el número de invitados, y mi cumple se convierte en una fiesta de Paquirrín. 

Sigue pasando la vida y me quedo embarazada, y mi fecha para salir de cuentas es el 19 de julio. ¿Ahora qué hago? ¿Me arriesgo a seguir adelante y que la casa rural se quede colgada con todo comprado? Cambio de planes, voy a celebrarlo en el "Chiringo de Miriam", en Algodonales, un sito amplio, con terreno, pero ya solo invito a la familia y a algunos amigos más cercanos, y mi cumple, tan pensado y tan pedazo de fiesta, pasa a ser uno más.

Pero mi primogénita dice que se adelanta y nace el 7 de julio. Así que mis 30 los pasé regresando a casa del hospital con una bebé recién nacida, con 12 puntos de regalo y muchos kilos de más. 

¿Lo cambiaría? Por supuesto que no. 

Los 30 me están enseñando a no planificar nada. Porque un día la vida te da un revés e igual no hay más cumpleaños. 

Así que hoy estoy feliz y pletórica, con unos 35 que van a ser muy celebrados en petit comité, y que pase lo que tenga que pasar. 

Y ¿sabéis qué? Que estoy deseando poder cumplir los 40, y los 50, y los 60, y los 70 y los 80 y a partir de aquí ya iremos viendo.

Y para ti ¿cuál ha sido tu mejor cumpleaños?