El origen de las palabras andaluzas (II). Por Ana Santamaría

Vuelvo al ataque con más palabras andaluzas. Esta vez no me voy a dilatar mucho y vamos a ir directamente al grano.
Espero que esta segunda parte os guste tanto como a mí me ha gustado hacerla.


Comienzo por una palabra que sólo he oído en mi pueblo, muy típica y que me costó un montón de tiempo aprenderla y retenerla y recordar su significado, porque la oía de año en año; "Traeme la ocifa", "voy a ocifar", "no me pises lo ocifao".
¿Qué es ocifar? En la Real Academia Española (RAE), no aparece. Pero buscando y rebuscando di con su origen. 
Ocifa se dice en mi pueblo, pero en otros se dice jocifa, jofifa, josifa... Y todas estas palabras provienen de la palabra árabe Aljofifa. Ésta sí que la recoge la RAE y significa: "Pedazo de paño basto de lana para fregar el suelo". 
De esta manera, tanto la palabra como el trapo de fregar fueron evolucionando, perdiendo el prefijo una, y adoptando un palo la segunda. Y la jofifa se quedó, aunque luego, en cada parte de Andalucía le han dado su propia pronunciación.

Cuando en Andalucía te dicen que eres un "esaborío", te están diciendo que eres una persona sosa, sin gracia ninguna. Proviene de la palabra desaborido que la RAE define como algo sin sabor, sin sustancia y dicho de una persona sosa, de carácter indiferente. Esta palabra a su vez viene de desabor que la RAE define como insipidez, desabrimiento en el paladar o en la cosa que se come o bebe.

Otra forma que tienen los andaluces de decirte con buenas palabras algo malo, es malaje. Si un gaditano te lo llama, te está diciendo que eres un antipático con mala leche.
La RAE da la siguiente definición: Dicho de una persona: Desagradable, que tiene mala sombra. Pero donde viene lo interesante es en su procedencia, y es que lo atribuye a mal ángel. Que debido a la pronunciación coloquial y la pérdida de la l final, junto con la desnasalización, ha dado lugar a malaje. 

Llevamos una pechá de palabras y no me canso. Para los que no sean del sur, el significado de pechá es mucho, y se usa una pechá de veces cuando se habla. "Qué pechá de comer", "qué pechá de reír", "qué pechá de dormir", "qué pechá de tío", "qué pechá de to´". 
Pero ¿de dónde viene? Y aquí tenemos una curiosa historia.
Si ponemos pechada en el diccionario de la RAE, éste nos dirá que es un andalucismo que significa panzada, y viene de pechar. Como queremos saber más, seguimos buscando, y pechar en la RAE significa "pagar pecho". ¿Y esto qué es? La RAE nos los sigue desgranando, y pecho, en este caso, proviene de la palabra latina "pactum" que significa pacto. Así que pecho era un tributo que se pagaba al rey, al señor territorial o a cualquier otra autoridad. 
Los plebeyos, por tanto, debían trabajar, y en aquella época todo eran trabajos manuales hasta donde el cuerpo aguantase, para poder sacar el impuesto de su señor y quedarse con algo para alimentar a su familia. Así que para pagar el pecho, tenían que trabajar para dar pechadas a sus señores, que terminó derivando en el apócope "pechá".

Cuando vamos a tomar unas cervezas con los amigos y nos ponen un plato de frutos secos, está muy mal esculcar en el mismo para coger solo las pipas. Nunca jamás esculquéis en la comida, y más si es para compartir. Así que sí, podríamos definir esculcar, como rebuscar algo.
La RAE da estas definiciones: Espiar, inquirir, averiguar con diligencia y cuidado, y registrar para buscar algo oculto.
En el Breve diccionario etimológico de la lengua castellana de Joan Colomines, detalla lo siguiente: "indagar, escudriñar amer. y dialectal hacia 1480. Junto con el antiguo esculca, espía, explorador, 1251, viene de un verbo germánico Skulkan, espiar, acechar, compárese hoy el inglés, skulk, ocultarse". 

Si te dicen, ten cuidado que de ahí puedes salir escamondado, te están avisando de que a lo mejor sales mal parado del lugar.
Sin embargo, el significado de la RAE no tiene nada que ver, y es el siguiente: Limpiar los árboles quitándoles las ramas inútiles y las hojas secas, o limpiar algo quitándole lo superfluo y dañoso.
De esta manera, cuando una persona se arregla, podemos escuchar a alguien que le dice "¿dónde vas tan escamondado?".

Y con este bastinazo termino. Espero que os haya gustado, porque si no me daría mucho coraje, sobre todo después de la pechá que me he dado de escribir, y vosotros de leer. Así que no seáis malajes y tened presente la grandeza lingüística que tiene el andaluz, con palabras antiguas que todavía se usan por estas tierras, manteniendo una riqueza en el vocabulario y una cultura inmensa. 
Porque no hay nada más grande que usar una triple negación para afirmar algo "no ni ná".



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