¿Es que nadie va a pensar en los niños? Por Ana Santamaría

Esta frase de un capítulo de Los Simpson, define muy bien lo que está pasando con la vuelta al colegio. 


 

A un mes escaso de la vuelta a las aulas tras cuatro meses de parón presencial, la vuelta al colegio es incierta. En verdad no es incierta, en un principio va a haber vuelta al colegio, donde los niños van a estar, pues no sabemos cómo. Pero yo creo que ni los altos cargos saben cómo van a volver. Que si se va a bajar el ratio, que si va a haber más profesores, que si al aire libre, que si los grupos no se van a juntar por los pasillos, que si van a poder más separación entre las mesas, que si van a tener que usar mascarillas... Estas medidas están muy bien, ¿pero van a ser eficaces y se van a cumplir? 

Parece que es imperativo que los niños acudan a las aulas sí o sí, por encima de todas las cosas. A estar sentados entre cinco y siete horas aprendiendo de memoria libros de texto, y pasando apuntes al cuaderno. ¿De verdad esto es necesario? Con una buena planificación, ¿no podrían estudiar lo mismo en sus casas? 

Estamos muy acostumbrados a un tipo de educación convencional y tradicional. Algo hemos evolucionado desde "la letra con sangre entra", y los reglazos en las manos. Pero estamos a años luz de una educación que se centre en los niños, en lo que necesitan y darles a cada uno su propia evolución. Y para esto se necesita inversión pública, con maestros preparados y con vocación por enseñar. De nada sirve tener profesores motivados, si desde la propia dirección les quitan la ilusión y les obligan a enseñar "como siempre se ha hecho". 

Quizá, el COVID-19 nos esté diciendo que es el momento de cambiar, de seguir evolucionando también en la educación. Muchos empresarios han visto como no afectaba para nada a la empresa que el trabajador hiciesen su labor desde su casa. Hemos descubierto lo que es vivir sin estrés, sin estar mirando constantemente la hora para llegar a tiempo a todo, nos hemos relajado y hemos sido felices. 

En otros países hacen "homeschooling", que es la educación en el hogar, y les va bien, los niños adquieren los mismos conocimientos y más, ya que su educación se convierte en particular y van avanzando según sus propias inquietudes. ¿Y hay algo más motivador que estudiar lo que te gusta? (Por favor, no dejéis de ver la película Captain Fantastic). No digo que esta sea la solución, yo no sería capaz ni de explicar unas matemáticas a un niño de siete años, pero sí creo que tiene que haber un término medio entre los dos tipos de educación. ¿Por qué está creciendo el auge de la metodología Montessori? 

Yo aprendí a leer con cinco años ¿por qué ahora desde los tres años tienen que estar haciendo fichas y salir escribiendo su nombre? Dejémosles ser niños, dejémosles jugar y disfrutar, que vayan asentando su yo, se conozcan, se relacionen y ya luego les enseñaremos las demás cosas, que no corren prisa. Cada etapa tiene sus momentos, respetémoslos. 

Así que en vez de correr tanto porque los niños vuelvan al colegio sí o sí, estudiemos bien cómo. Todos los establecimientos tienen un aforo limitado, sin embargo los colegios van a seguir con el mismo número de alumnos, y no pasa nada. Ahora solo se habla de la vuelta al colegio presencial, es imposible que los niños se queden y estudien en casa, la Junta amenaza con que si los niños no van a clase se les va a aplicar el protocolo de absentismo escolar. Pero nadie habla del plan de actuación si nos vuelven a encerrar. Ahí no habrá problemas en que los niños continúen sus estudios desde casa, ¿verdad? Entonces, "sí se vale". Y los padres tendrán que volver a convertirse en maestros improvisados, recordando lecciones ya olvidadas. 

De verdad ¿es que nadie va a pensar en los niños? 

 

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