El legado de un ilustre; por Tiguel Mena

En todo municipio existe siempre una persona que por su entrega, vínculo, forma de ser y pensar deja huella y marca una época. Una persona a la que recordamos cada día por ser noble, honesto y cercano a sus amigos y familia. Hoy tengo el placer de escribir en esta Tribuna de Opinión sobre una persona influyente en el municipio de Espera en muchos aspectos. 


Cuando lo conocí hace unos siete años en la taberna donde suelo ir con mis amigos en mi tiempo libre me pareció curioso el bonito lazo que nos unía. Nuestra pasión por el Athletic Club de Bilbao. 

Antonio Bernal Ferreras nació un 11 de febrero de 1936 y con tan solo cuatro años perdió a su padre debido a la guerra. En Espera se le conoce por el apodo "Niño María" ya que su familia lo usaba desde pequeño para diferenciarlo de sus primos, de ahí la procedencia. 


Ya desde muy pequeño tenía una locura increíble por el Athletic. Como anécdota se sabe que su madre optó por comprarle una boina (txapela) grande que superaba el tamaño de su cabeza. Se la compró porque él no paraba de insistir en que quería tener una, pero no las había de su tamaño. 

Como los demás niños de su generación, en aquella época tuvo que salir fuera a trabajar, y todo ello teniendo en cuenta el respaldo de su madre pero la falta y el ánimo de su padre. 

Es una persona que siempre ha estado vinculado y ha participado en casi todos los eventos del municipio. Cuentan algunos vecinos que él fue uno de los fundadores de una de las hermandades que existe a día de hoy en Espera, la Hermandad de San Antonio. Prueba de su vínculo y compromiso es que de joven cumplió función de acólito con su gran amigo Celedonio Ferreras. 


Al igual que su madre es un amante del carnaval. Durante más de treinta años ha participado junto a Francisco Lozano "Paco el Gallo" con multitud de disfraces en los que han conseguido darle ese toque de alegría al pueblo y hacer reír a la gente. Si algo no les falta es capacidad de iniciativa. 

Su amor por el deporte ha hecho que también esté unido en compromiso al legendario Maratón del Pavo que se celebra en el municipio de Espera cada año la mañana siguiente a la Cabalgata de Reyes. 

También se le conoce su vínculo al equipo de fútbol del municipio, el Espera CF, en el cual siempre ha formado parte de la directiva y últimamente apoyando al equipo como aficionado. Sus amigos cuentan que en su época más joven le recuerdan cuando vendían entradas a los aficionados y les daba paso al campo de fútbol de albero. 


Cuando se casó le vinculó a su mujer el sentimiento y los valores del Athletic. Como anécdota en Red House - La Bomba, que es donde suele ir a ver los partidos del Athletic, está la expresión... "Niño, échame un chupa", dirigiéndose él mismo al tabernero para pedirle una copita de vino manzanilla que tanto le gusta. 

Antonio es una persona que siempre que ha podido ha estado activo, participando en multitud de actos y eventos. Conocido por todo el pueblo por su noble corazón, que quiere y se deja querer. Un hombre comprometido con su pueblo de manera incondicional. Un hombre de familia y amigo de sus amigos. 

Así es el "Niño María". Así es el legado de un ilustre. 


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