No voy hablar de la fuga del Rey emérito, ni tampoco escribiré un discurso moralista sobre quiénes tienen la culpa del aumento preocupante de los contagios por Covid-19. Hoy mi intención no es otra que la de disfrazarme de un romántico del siglo XIX y emprender un viaje hacia lo más profundo de mi ser, aquel lugar que ha estado controlado en muchas ocasiones por la ira de un amor de cama vacía.
Lo confieso ante ustedes: he sufrido en mis carnes algún que otro amor no correspondido. Me he desgarrado por obsesiones. He llorado en la oscuridad de una habitación por no tocar el cuerpo imaginado... Ay, malditos los amores que se viven sin ser compartidos.
Son amores callados, cuyas conversaciones cotidianas se encierran en la mente creativa que confunde, como Cernuda, la Realidad y el Deseo. Yo asumía el dilema filosófico, sin saber si reales eran las veces que caminaba con mi amor por un parque abandonado en la soledad de mi casa, o más bien eso era deseo y lo verdaderamente real se correspondía con la sensación de impotencia que sentía cuando me levantaba del sueño y solo veía la lluvia crónica tras el cristal. Pero, en esta situación amorosa es fácil confundir ambos términos, mas te puedo afirmar, querido lector, que la última vez que estuve (mal) enamorado, podía describir perfectamente lo oculto de mi amor: el lunar en su muslo derecho y cada poro de la espalda blanquecina en la que escribí de forma intelectual miles de versos.
Seguramente se compadeceréis de este loco y pensaréis aquello de pobrecito o qué lástima. Pues no tenéis que hacerlo, porque ¿sabéis qué? En esta sociedad de pensamiento único y de modos de vidas homogéneos y calculados, le he encontrado el lado místico a enamorarme de imposibilidades. Es más, no es casualidad de quien me enamoro, sino que es producto de una búsqueda inconsciente hacia lo que nunca puede ser, porque los bohemios necesitamos el amor de cama vacía, para convertir nuestras vidas en la mejor de las películas del esperpento. Vivir como los demás mortales, desde una rutina tóxica, es aburrido. Además, tengo miedo de que se enamore de mí la misma persona de la que yo esté enamorado, vaya a ser que de esta forma entre en la espiral de las permanentes “mariposas en el estómago”, y mis poemas empiecen a parecer un conjunto de eslóganes del pujante mercado de la felicidad. Os lo aseguro, seguiré eternamente cantando aquello de “no hay nada más bello, que lo que nunca he tenido”.
¿No creéis que si todos los amores fueran correspondidos no existiría ni el cine, ni las bibliotecas, ni los museos de bellas artes... ni, en definitiva, ninguna gran creación que mereciera la pena?
Precioso Tu Pensamiento pero encajado a La misma vida Real qué cose esos Tributos de melancolía,amargura,y También Tener esa espina de un Rosal duele pero cuándo La Rosa está germinada en Toda su esencia ahí está en el apogeo de esa Felicidad discontinua y parado a La vez ante un abismo descomunal de ése profundo Mar peligroso,es decir,no Todo el mundo estamos igual a Los ojos del Señor por que de ello se basa qué Todo el mundo Tenemos algo para no ser Feliz en esta vida qué nos amarga por que no somos perfectos pero si Tenemos muchos defectos
ResponderEliminary de ahí La Felicidad está en uno mismo y mucho más cuando ya somos mayores cuándo nos damos mucha más cuenta de Las cosas en este caso de Los amores y desamores cómo aquí en Tu Pensamiento Relato hablas y relatas sobre Lo qué pasa en nuestras vidas...
Tengas un Feliz día Poeta de mil Amores,caminante de a pie buscando La Felicidad...
Muy buenos días.
Gracias por tan bello comentario. Que pases un buen día.
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