La ranita Tita, por Ana Santamaría

Hoy voy a aprovechar la oportunidad que me da este espacio para hacerme un poco de publicidad, y es que "hoy vengo a hablar de mi libro". (Siempre he querido decir esta frase).
En el 2018 publiqué mi primer cuento infantil titulado "La ranita Tita". Un cuento escrito en verso para los más pequeños de la casa. 


Es un cuento autoeditado que salió adelante con la editorial Cuatro Hojas y el crowfunding. Para los que no conozcáis este término, crowfunding significa una financiación colectiva, donde tú expones tu proyecto y la gente colabora comprando algo antes de tenerlo físicamente. El público confía y apuesta por el proyecto por determinados motivos, y tú, sin dinero y gracias al apoyo consigues sacarlo adelante.

Y esto es duro. Cuando sale la campaña de crowfunding, tienes que estar de lleno en ella, buscando el público objetivo al que le interese lo que tú propones para que se decidan a invertir en tu proyecto y no en otro.

Lo primero es tirar de familia y amigos. Cuando éstos se acaban, pasas a los conocidos y por último buscas en grupos que pueda haber afines para venderles tu proyecto. Y cuando ya has terminado la ronda, vuelves a dar la vara a la familia que se ha quedado atrás y a los amigos que se han hecho los longuis.
Hacer crowfunding es cansado y requiere mucho esfuerzo. Hay que tener la suerte de tener algo que guste, que llame la atención y que atraiga a los desconocidos.

Yo tengo claro que uno y no más. Para mi siguiente proyecto buscaré una editorial que me publique y me distribuya, mientras, yo esperaré a que me lluevan las ventas y la cartilla vaya llenándose de ceros.


Volviendo a la realidad, y que yo he venido a hablar de mi libro, "La ranita Tita" es un cuento que narra la historia de la ranita Tita, que tuvo que marcharse de su charca para buscar agua. A lo largo de su viaje, se encontrará con diferentes animales (que también tienen sus problemas) con los que vivirá diversas aventuras. 
El cuento va enfocado desde el año hasta los 7-8. Sus ilustraciones son preciosas, están llenas de color (gracias a mi ilustradora María José Rodríguez), y el cuento se puede contar, dependiendo de la edad del niño, de una manera u otra. Sólo con imágenes, leyéndoselo, intercambiando imágenes y texto, y cuando son más mayores, ya lo pueden leer ellos solos. Al estar escrito en rima hace que se memorice de manera más rápida y favorezca el aprendizaje. 

Una vez impreso es increíble la sensación cuando te llega a casa, abres las cajas y ahí lo ves. Es tu libro, y es igual a cualquiera de Pérez-Reverte o Almudena Grandes, tiene sus tapas, sus hojas, su olor a libro. Y puede estar en cualquier librería, en las estanterías junto a grandes obras de la literatura. Y es tuyo, tu nombre aparece ahí, y de vez en cuando a alguien le llama la atención y lo compra, y tienen en casa, un libro escrito por ti. 

Es maravilloso también, cuando las madres se te acercan y te dicen que están hartas del libro porque sus hijos lo piden todas las noches para leer. Que se lo saben de memoria. Y tú piensas, eso lo he hecho yo, y gusta. Y lo más importante, los niños disfrutan con él.

Podéis encontrarlo en la papelería Colores de Algodonales, o a mí directamente.
Por cierto, no lo busquéis en Amazon porque no está.

Os dejo el booktrailer que me hizo Amaia, de Booktrailers en la nube.


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