No hace mucho un amigo y colaborador del blog me propuso que sería bueno hablar de un grupo actual de Rock and Roll cuyas canciones y puesta en escena tenían una alta carga sexual. En el primer artículo que escribí para El Encalijo ya hacía referencia a la relación que tenía el Rock and Roll con el sexo.
Distintos géneros posteriores han tenido en el sexo una fuente de inspiración para sus letras, con más o menos solvencia y calidad, y siendo más o menos explícitos. Antes de la llegada del Reggaeton con sus vocablos y vídeos hipersexuales ya existían grupos y artistas que basaban sus canciones en todo lo relacionado con la sexualidad y el erotismo aunque, eso sí, con menos éxito comercial. Lo del éxito comercial no lo achaco a la calidad musical, en el Reggeaton no abunda, pero sí a unos vídeos y letras enfocadas a una juventud que busca algo simple y llamativo que los estimule sin muchas complicaciones.
En España tenemos un buen ejemplo de calidad musical y letras explícitas con las canciones de El Chivi, alter ego de José Córdoba, cantautor (o pornoautor, como se define él) que se hizo muy popular a finales de los años noventa. Sus discos contenían también canciones de temática social. Cuando El Chivi empezó a dar a conocer sus canciones fue como un guantazo a la juventud de la época porque hablaba de cosas que no eran habituales y que pocos conocían, a no ser que fuera viendo películas codificadas de Canal Plus.
Las letras son importante y la música también, hay canciones instrumentales que pueden conseguir provocar que la libido se altere y obtener un ambiente propicio para una noche (mañana o tarde) de lujuria sexual. Hay melodías idóneas para desnudarse poco a poco, un striptease casero nunca viene mal, y no caer en el tópico de “You can leave your hat on”, el tema de Joe Cocker que se popularizó en “Nueve semanas y media”, o mejor dicho, la película que se popularizó por esa canción y por la escena donde suena. Para los no puestos en el idioma de Shakespeare la canción se traduce como “Puedes dejarte el sombrero puesto”, sólo eso.
Como decía al principio, la relación del sexo con la música viene de largo y da para escribir mucho, según décadas, estilos o incluso artistas concretos. Y puestos se podría, lo que es más difícil, hablar de canciones con un transfondo sexual en época de falta de libertad. En España se sufrió durante décadas y las canciones, incluso cuando llegó el Rock and Roll a suelo patrio, eran muy ñoñas. La censura cortaba rápido cualquier intento de salirse de los cánones impuestos por el Gobierno, y por la Iglesia. Incluso portadas de discos fueron censuradas, tanto de grupos extranjeros como por ejemplo los Rolling Stones con su LP “Sticky Fingers”, como grupos naciones, queda ahí el “World, Devil & Body” de Los Brincos.
En esa época tan mojigata sorprende encontrarse a Sara Montiel en la película “La reina del Chantecler” cantando “La Pulga Sabia”, más por como la canta que por la letra, ya que ésta fue modificada. “La Pulga” es una canción de finales del siglo XIX que creó revuelo y daba pie a un género como el Cuplé, que inicialmente se conocía como Cuplé Sicalíptico, término que viene a definir las canciones que hacen estimular el deseo carnal. Estilo de origen francés tuvo bastante arraigo en España con sus letras picantes en una sociedad abierta bajo la 2ª República. Cuando llegó la guerra civil y la dictadura resultante ese aire de libertad, de picardía y sensualidad se perdió.
Imaginaos una sociedad española a primeros del siglo XX escuchando canciones como La Hormiga, una versión de La Pulga, que interpretaba La Bella Zulima en 1906 y cuya letra dejo a continuación:
¡Ay! señores por favor,
Quien me quiere desnudar,
Porque tengo un miedo atroz y me voy a poner mal.
Una hormiga sin pudor,
Me recorre sin cesar,
Por arriba, por abajo, por delante y por detrás.
¡Ay! que me muerde como una fiera,
Ahora me sube por la cadera,
La picarona, viene hacia mí.
¿Quién me la coge?
¡Pobre de mí!
Yo no puedo resistir,
Este cosquilleo atroz,
Ya la tengo por aquí,
buscando va muy interior.
¿Quién me la quiere coger?,
Que me corre mucho más,
Por arriba, por abajo, por delante y por detrás.
Busca sin duda un 'abujero',
para tomarlo por hormiguero,
¡Ay! como sube, ya se escondió,
Y a quien los pechos, se me metió.
Con cuidado he de buscar,
Si cazarla quiero aquí,
Pues lo puedo sospechar y el animalito ir.
Ya la tengo, la pesqué,
No me morderás ya más.
Por arriba, por abajo, por delante y por detrás.
Ven picarona que te he cogido,
Tú te creías hacer el nido,
¡Anda a la calle! lejos de mí
Porque el 'minio' no es para ti.
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