Las enfermedades zoonóticas son enfermedades que se transmiten entre animales no humanos y animales humanos. Han saltado varias alarmas debido a enfermedades de este tipo a lo largo de los años, siendo éstas la gripe aviar, gripe porcina, ébola, la encefalopatía espongiforme bovina (vacas locas) y el actual Covid-19 (coronavirus). Pero... ¿Nos hemos parado a pensar el origen de estas enfermedades y hemos llegado a alguna reflexión en esta situación actual?
La gripe aviar es una enfermedad zoonótica inicialmente descrita en Italia en 1878. Enfermedad procendente de un mercado de aves vivas. Según la OMS en la mayoría de los casos, las personas que han contraído la enfermedad han estado en contacto directo con las aves infectadas o por objetos contaminados por las heces. La OMS ha contabilizado desde 2003 hasta 2005 más de 126 personas infectadas, de las cuales han muerto 64. Del sacrificio de aves ya ni hablamos, 150 millones de aves en todo el mundo.
La gripe porcina, enfermedad zoonótica descrita generalmente en personas que trabajan con aves llamadas de corral y/o con cerdos, especialmente las personas expuestas intensamente al contacto con este tipo de animales. Se transmitió a humanos por el contacto con cerdos enfermos, y según datos de la OMS esta pandemia causó 18.500 muertes.
La encefalopatía espongiforme bovina (vacas locas), enfermedad zoonótica que tuvo su origen en los animales bovinos. Éstos se alimentaban con piensos contaminados que contenían derivados de los rumiantes como las harinas de carne y hueso (obtenido a partir del procesamiento de ciertas partes de animales como bovinos y pequeños rumiantes que no están destinados al consumo humano). Hay indicios convincentes que esta enfermedad se podía contraer a través del consumo de productos cárnicos contaminados. Según el Registro Nacional de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles Humanas, se habían registrado 203 casos en personas en once países del mundo.
El ébola, otra enfermedad zoonótica transmitida al ser humano por el contacto directo con animales salvajes, principalmente los murciélagos. Apareció por primera vez en 1976 en dos brotes simultáneos en Sudán del Sur y la República Dominicana del Congo. El ébola se introduce entre los humanos por contacto con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos de animales infectados. Hubo numerosos fallecimientos a causa de esta enfermedad y una grave crisis, ocasionada por el contacto de esta enfermedad a Teresa Romero y su perro, que fue finalmente asesinado sin saber gestionarlo como un país civilizado.
El anisakis se puede encontrar en los peces y mamíferos marinos, y al consumir éstos animales las personas pueden contraerlo. El 95% de los casos de esta enfermedad en el mundo se encuentran en: Escandinavia, en el hígado del bacalao; los Países Bajos, en arenques infectados y fermentados; la Costa Pacífica de Sudamérica, en ceviche; y Japón, en el sushi o sashimi.
El Covid-19 (coronavirus) que está tan vigente es otra enfermedad zoonótica que tuvo su origen en Wuhan, en mercados húmedos (mercados de animales vivos). Se llaman así por los charcos de sangre, vísceras y agua que corren por el suelo. Así pues en ellos se venden animales vivos de todo tipo, como animales salvajes, peces, aves e incluso especies protegidas. Condiciones tan poco higiénicas que brotan enfermedades.
Ya que hemos podido ver el origen de estas enfermedades, ¿hemos llegado a alguna reflexión? Al menos podemos tener claro que nuestra relación y comportamiento con los animales no sea la más adecuada. ¿Qué hacemos con un murciélago entre nuestras manos? ¿Y por qué resulta atractivo un mercado con animales de todo tipo que están vivos para luego matarlos en el acto y consumirlos después?
Lo que deja claro todo esto es que tras la pandemia actual, varios supermercados han detectado una reducción del consumo de carne y que el consumo de productos saludables como los frutos secos, la quinoa, frutas y verduras, entre otros, van en aumento. ¿Qué pandemia ha sido originada por un brócoli o por un tomate?
Invito pues a la reflexión personal sobre si nuestro comportamiento es adecuado, y si saldremos de esta pandemia aprendiendo sobre nuestra relación con los animales o tendremos que vivir más situaciones como la actual para que lleguemos a reflexionar...
Muy buena reflexión Alba
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