Primero de todo debemos saber qué es ser antitaurino/a, aunque es un término tan conocido hoy día que seguro que no hace falta definirlo. Según la RAE se define como "contrario a las corridas de toros o a otros espectáculos en los que intervienen estos animales", término que añadió en su 23ª edición.
A mí desde pequeña siempre me han gustado los animales, y poco a poco fui tomando conciencia del sufrimiento del toro en los "espectáculos" taurinos. Nunca he estado en una corrida de toros pero ya pensarlo me crea repugnancia y no me hace falta acudir a ninguna porque se evidencia perfectamente el maltrato al que se le somete al animal: sangre chorreando del lomo del toro, mugidos de dolor que se esconden tras la música para ocultarlo y charcos de sangre en la arena entre otras cosas son las que se puede percibir.
El antitaurinismo es tan antiguo como la propia tauromaquia, pues siempre ha habido detractores y partidarios de los "espectáculos" taurinos. Juan Ignacio Codina deja claro en su libro "Pan y Toros" que el movimiento antitaurino ya data desde el siglo XIII, existiendo por tanto grandes personalidades antitaurinas.
El novelista vasco Pío Baroja así lo expresaba en su novela "La Busca": “Le pareció el espectáculo una asquerosidad repugnante. Él suponía que los toros eran una cosa completamente distinta a lo que acababa de ver; pensaba que se advertía siempre el dominio del hombre sobre la fiera, que las estocadas serían como rayos y que en todos los momentos de la lidia habría algo interesante y sugestivo; y, en vez del espectáculo que él soñaba, en vez de la apoteosis sangrienta del valor y de la fuerza, veía una cosa mezquina y sucia, de cobardía y de intestinos; una fiesta en la que no se notaba más que el miedo del torero y la crueldad cobarde del público recreándose en sentir la pulsación de aquel miedo”.
Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina también dejó clara su postura frente a la tauromaquia: "Me enorgullezco de no haber figurado nunca entre la clientela especial de las corridas de toros”.
El movimiento antitaurino va creciendo hoy día y se demuestra en las estadísticas del Ministerio de Cultura donde podemos ver que el número de "espectáculos" taurinos en plazas cae un 57% en una década. Bien es cierto que la sociedad está tomando conciencia del maltrato animal que supone y de los privilegios que este sector tiene, viviendo del dinero público para seguir manteniendo su chiringuito para el "disfrute" de unxs pocxs.
Así que no, el antitaurinismo no es una moda y a quien le quepa dudas le invito a leer la tesis de Juan Ignacio Codina mencionada arriba. Yo lo tengo claro: el futuro será animalista y no queda lugar para el maltrato animal.
Saludos y animalismo.
Hola, es dificil hacer entender a los ilustrados de hoy en día que la DEMOCRACIA es respetar los gustos de los demás y sus ideas, pero por lo que se ve de eso nada, ser antitaurino como ser progre es chachi y way del paraguay pero no sois capaces de entender lo que os rodea.
ResponderEliminarUn toro se cría durante años en una dehesa( lugar donde hay la mayor diversidad de especies de animales y plantas) y sufre durante unos 20 minutos, sin embargo los perros, las gallinas,etc, viven toda su vida enjaulados o en ambientes hostiles y mueren sin sufrimiento.
Por no decir que los toros son un bien cultural y producen miles de millones de euros y dan trabajo a muchas personas, no conocéis lo rural ya que en ninguna zona rural de España hay cultura antitaurina, al contrario, pero las redes y aquellos que vivís de lo que os meten en el cerebro son los que hacen a la juventud idealizada donde solo existe un supuesto bienestar, aún así, los progres están de acuerdo con 110.000 abortos.
Esta es la época con mayor propagación de la estupidez humana ya que en vez de cultura os administran basura.
Francisco lo q dice usted es lo mismo d siempre, el argumentario taurino para justificar una “fiesta” obsoleta. Y encima mezcla conceptos y manipula la información. E insulta llamando progres, basura, etc. se ve q no has recibido una educación adecuada. Lo siento, mala suerte para ti.
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