En España, lo mejor es el Pueblo, por Miguel Ángel Rincón

Las redes sociales están siendo el mejor caldo de cultivo para propagar ideas poco menos que dudosas. Sólo hay que darse una vuelta por Facebook o Twitter y ver a miles de personas, como un ejército de zombis hambrientos de cerebros, despotricar contra la inmigración, contra el colectivo LGTBI, contra el feminismo, contra los rojos, contra el Ingreso Mínimo Vital, etc. En definitiva, contra todo lo que huela a progresismo y solidaridad, esa es la consigna. Antes, cuando no existían las redes sociales, a lo más que llegaban era a comentar sus cosas entre amiguetes trasnochados delante de un sol y sombra, pero ahora que todo el mundo dispone de un móvil, tablet u ordenador, esos comentarios viajan de un lado a otro sin control alguno, esparciendo la semilla del odio y el enfrentamiento. ¿Se imaginan si Joseph Goebbels hubiera tenido a su disposición el Facebook, Twitter o los grupos de WhatsApp en la Alemania Nazi? Ni en sus sueños más húmedos se lo habría imaginado el ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich. 

En estos tiempos convulsos en los que vivimos, las derechas patrias aprovechan como nadie las herramientas que la tecnología pone a disposición pública para crear bulos (los famosos Fake news), memes de mal gusto y, como decía al principio, propagar ideas fascistas entre una determinada parte de la población. Todos somos conocedores de cuales son los sectores más vulnerables y propensos a que les llenen la cabeza de mierda ultra; personas con una baja o nula conciencia social, hombres y mujeres instalados en la más radical equidistancia, etc. Decía Goebbels: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida”. Fíjense, el otro día, una mujer comentaba en Facebook una noticia relacionada con el Gobierno, y no se imaginan qué vocabulario más vulgar usaba, cuántos insultos (y cuántas faltas de ortografía), cuánto mal gusto y odio desprendían sus palabras. Incluso pedía, con la osadía que da la ignorancia, un Golpe de Estado. ¿Sabrá esa mujer qué es un Golpe de Estado? ¿Esos seres que campan a sus anchas por las redes lanzando disparates por doquier, realmente desean que asesinen, o en el mejor de los casos torturen, represalien y metan en la cárcel a sus vecinos, a sus paisanos, por pensar diferente o ser de otro signo político? ¿De verdad quieren volver a los oscuros tiempos de la dictadura franquista? Pues eso es lo que está sembrando la ultra derecha española con el inestimable apoyo de sus voceros de la prensa conservadora. No soportan que socialdemócratas e izquierdistas moderados formen gobierno y dirijan el país. Pero oigan, eso es la democracia, dejar gobernar a quien tenga más escaños o consiga llegar a pactos y acuerdos con otras fuerzas políticas. Cuánto se echa de menos una derecha civilizada y moderna (en el mejor sentido) en este país. 

La clase política, lamentablemente, tampoco está ayudando mucho a desembarrar el terreno, todo lo contrario; vean las sesiones del Congreso, observen el vocabulario de sus señorías, los malos modos, la falta de educación y respeto de unos y otros. 

Don Antonio Machado decía que en España lo mejor es el Pueblo. Cordura, señoras y señores, seamos responsables, estamos saliendo de una pandemia que ha hecho estragos, deberíamos haber aprovechado para salir de esto más unidos, más fuertes, más solidarios. Vamos a dejar la crispación, dejemos por una vez de jodernos los unos a los otros y rememos en la misma dirección. Ya sé que es mucho pedir, conociendo cómo somos en esta tierra, pero al menos, intentémoslo. 

En fin, como cantara Lennon: You may say I'm a dreamer / but I'm not the only one.